Confesion de un Ex Soldado

Un hombre ya mayor fué a su parroquia y le pidió al sacerdote que lo confesara. El sacerdote aceptó, le «desde luego hijo».

Asi inició la confesión «al principio la Segunda Guerra Mundial una mujer hermosísima llegó a mi puerta y me pidió que la escondiera de los alemanes, la oculté en el ático, nunca la encontraron.

El sacerdore contestó «es algo maravilloso y no creo que sea material de confesión».

Lo grave padre es que fui débil y le pedí que me pagara su estancia en el ático con sexo y ella accedió. «Bueno» dijo sacerdote «eran momentos muy difíciles te arriesgaste bastante, hubieras sufrido muchísimo si los alemanes hubieran descubierto que la estabas escondiendo, yo sé que Dios en su infinita sabiduría y misericordia pondrá en la balanza el bien y el mal y te juzgará con benevolencia»

Gracias padre dijo, el hombre con eso me ha quitado un gran peso de encima, pero puedo hacer una pregunta»

«Claro que sí dijo el sacerdote» a lo que el señor pregunto, «¿Es necesario decirle que la guerra ya terminó?»